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miércoles, 23 de julio de 2008

The Belle of the Desert

Hace más de un siglo, en algún momento de su expedición por territorio Concaac (1), William John McGee, etnólogo del recién creado Bureau of American Ethnology, debió pensar en como destino ligaba a estas dos niñas-mujeres. Candelaria, "The Belle of the Desert" como la llamo su fotógrafo William Dinwiddie, no era tal vez muy diferente en edad a Angelita Encinas, pero en ese momento su condición ilustra los mundos en colisión.

Después de un siglo, y a la distancia aguas abajo, Pascual Encinas y su estirpe, incluyendo a su nieta Angelita, representara el espíritu del pionero Sonorense (2). A través del trabajo duro, la disciplina férrea y la justificación moral de que los beneficios del progreso positivista justificaran la sangre derramada ante los ojos de la historia, forjaran un mundo mejor, incluso para esos mismos seres como Candelaria. Don Pascual, firme patriarca de la hacienda San Francisco de Costa Rica, se creo el firme propósito de civilizar a los Conaac, a travez de las letras o del castigo implacable.


Los Encinas creceran y se multiplicara al correr del tiempo. Floreceran en diferentes lugares y momentos, incluyendo las areas del poder publico, mientras la estirpe de Candelaria enfrentaria aun por las siguientes generaciones el riesgo del exterminio(5).

Ante los ojos de McGee y la cámara de Dinwiddle, la experiencia representara un viaje al pasado no muy distante al viejo oeste norteamericano. Una memoria aun fresca e inmediata de la exterminacion y desplazamiento por parte de similares espíritus pioneros norteamericanos de razas hermanas a los Conaac.
El trabajo antroplogico de McGee sera severamente criticado como superficial y poco riguroso por sus colegas, pero su pasion en la promocion del trabajo etnografico sera recordado en el futuro(6).

(3) Candelaria, Territorio Concaac, Sonora, 1894


(4) Angelita Encinas, La Hacienda de San Francisco de la Costa Rica, Territorio Concaac, Sonora 1894


1 Expedition to Papagueria and Seriland: A Preliminary Note. W J McGee. American Anthropologist, Vol. 9, No. 3, (Mar., 1896), pp. 93-98. http://www.jstor.org/stable/658285

2 Pioneros de la Costa de Hermosillo. (la Hacienda de Costa Rica 1844). Thomson, Roberto, 1989

3 [Candelaria, "The Belle of the Desert"] Dinwiddie, William, 1894. Encinas Ranch, Gulf of California, Sonora, Mexico. BAE GN 4265 A2, Smithsonian Institution, National Anthropological Archives http://sirismm.si.edu/naa/baegn/gn_04265a2.jpg

4 [Senorita Angelita Encinas, grandaughter of Senor Don Pascuel Encinas] Dinwiddie, William, 1894. Taken at Senor Encinas' Hacienda, below Hermosillo, Sonora, Mexico, November 5, 1894. BAE GN 4277 B5, Smithsonian Institution, National Anthropological Archives. http://sirismm.si.edu/naa/baegn/gn_04277b5.jpg

5 LA EXPEDICIÓN A LA ISLA DEL TIBURÓN DE 1904:“Las Manos Yaquis”, Federico García y Alva http://clima.dicym.uson.mx/archivo/misces/articulos/expedicion1904.htm

6 WJ McGee and Conservation as Applied Anthropology, Terry West, 1992, http://fs.jorge.com/archives/West_Roth/Wests_WJ_McGee.htm

sábado, 12 de julio de 2008

Aguas abajo

Aguas abajo todas las cosas se mezclan y se amansan. El impetu y la energia se transforman en meandros y pantanos antes de tocar el oceano de quietud y ritmicas vaivenes. Mientras el tiempo sigue su curso, aguas abajo, solo queda aferrarse a la balsa y sortear los rapidos.